Aprende a mejorar tu sistema circulatorio

El sistema circulatorio es el más extenso en nuestro cuerpo. Mantenerlo saludable es fundamental ya que es el que se encarga de transportar oxígeno a todo nuestro cuerpo. Este sistema también es el encargado de transportar hormonas y demás receptores, ayudando así a regular nuestro cuerpo en todo momento.

Unos malos hábitos de vida como el sedentarismo o una mala alimentación contribuyen a deteriorar nuestro sistema circulatorio. Aunque las hormonas o la genética también pueden influir en este punto. Por lo que llevar una vida activa y unos buenos hábitos alimenticios nos ayudarán a mantenernos sanos por más tiempo. 

Sin duda alguna, llevar una actividad física moderada y realizar deporte ayudan al corazón a la hora de reactivar la circulación sanguínea de nuestro cuerpo, ya que a medida que entrenas el corazón se fortalece. Nuestro ritmo cardíaco en reposo disminuirá y se reducirá el riesgo de sufrir enfermedades de corazón o hipertensión. 

Durante el ejercicio crecen nuevos capilares encargados de transportar el oxigeno al cuerpo, haciendo que la oxigenación sea mayor y más eficiente. Además, realizar ejercicio asiduamente nos activará el sistema linfático, haciendo que haya una mejor eliminación de las toxinas del cuerpo

El ejercicio cardiovascular es, por definición, un ejercicio que beneficia a tu corazón. Los deportes progresivos y aeróbicos nos ayudan a elevar la frecuencia cardiaca. De este modo, aumentará la circulación sanguínea y ayudaremos a prevenir arañas vasculares o problemas mayores en un futuro. 

Alimentación y sistema circulatorio

Controlar el peso es uno de los puntos básicos a la hora de mantener un sistema circulatorio sano, ya que cuanta más grasa almacenes más complicado es hacer circular la sangre por todo tu cuerpo. Tener menos energía, fatiga o endurecimiento o hormigueo en las extremidades puede ser un síntoma de una mala circulación. 

La alimentación juega un papel fundamental en nuestro sistema circulatorio. Los alimentos que más nos ayudan a mantenerlo saludable son: 

  • El pescado azul gracias a su fuente de ácidos grasos omega 3, ya que promueven la liberación de óxido nítrico  (encargado de dilatar los vasos sanguíneos y aumenta su flujo).
  • El ajo es uno de los alimentos más conocidos por beneficiar a nuestro corazón, ya que contiene alicina, una sustancia capaz de aumentar el flujo sanguíneo de los tejidos y disminuir la presión arterial.
  • Cebolla. Incluir cebolla en nuestra alimentación constituye una gran fuente de antioxidantes, además también cuentan con propiedades antinflamatorias. 
  • El chocolate negro contiene flavonoides, una sustancia que estimula el revestimiento de las arterias y que aumenta la producción de óxido nítrico, fundamental para el cuidado de las arterias. Eso sí, recuerda que el chocolate debe contener, al menos un 80% de pureza de cacao.
  • Frutos secos ricos en vitaminas A, B, C y E y en minerales como calcio y magnesio. Consumir diariamente 30 gramos al día de frutos secos como nueces o almendras será más que suficiente para cubrir las necesidades. 
  • Ginkgo biloba. Una hierba capaz de abrir los vasos sanguíneos mejorando la circulación, gracias a su poderoso poder antioxidante.

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