El ginseng es un remedio natural que se lleva usando desde hace miles de años debido a sus propiedades antioxidantes y estimulantes naturales. Es originario de China, más concretamente de un tipo de planta llamada Panax que contiene un alto número de ginsenósidos (compuestos químicos naturales de naturaleza esteroide o glucosídica).
El ginseng es una raíz que proporciona numerosas propiedades beneficiosas. De hecho, contiene un alto contenido de vitaminas del grupo B y C y aminoácidos. Para que los beneficios del ginseng sean mucho más eficaces es recomendable que la planta tenga al menos 6 años de maduración en el suelo y 10 años en barbecho.
Entre todas estas raíces, la más efectiva y estimulante de todas es el ginseng rojo o coreano, ya que contiene un efecto estimulante superior a la media.
Beneficios del ginseng rojo
- Reactiva la actividad cerebral. Ayuda mantener un buen rendimiento cognitivo y de memoria. Perfecta para cualquier actividad que requiera una gran actividad cerebral durante un prolongado tiempo.
- Contribuye a las defensas naturales y al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
- Contrarresta la fatiga.
- Promueve la vitalidad y el estado de alerta corporal.
- Aumento del líbido. Aumenta tanto la testosterona en el caso de los hombres, como los estrógenos en el caso de las mujeres.
- Proporciona energía y vitalidad. Eso sí, cuidado con la tensión ya que al igual que nos ofrece energía, nos puede perjudicar si tenemos problemas de tensión alta.
- En caso de cansancio, agotamiento y debilidad ayuda a mantener nuestras capacidades físicas y mentales rápidamente, ya que se absorbe 4 veces más rápido que el ginseng normal.
¿Cómo consumir el ginseng?
El ginseng se puede consumir tanto a modo de infusión o a través de cápsulas de suplementación.
La infusión de ginseng es bastante aromática, incluso de sabor ligeramente picante, por lo que se puede combinar con canela, limón o miel para mejorar su sabor.
Si el sabor no es de tu agrado, no te preocupes porque siempre puedes recurrir a la suplementación, una forma mucho más fácil de beneficiarte de todas sus propiedades. Y aunque la posología variará de un producto a otro, la recomendación básica es que nunca se debe superar los dos gramos diarios.