La flora intestinal es un conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino y que nos ayudan a realizar todas las funciones de nuestro cuerpo, por eso es imprescindible mantener una flora intestinal en buen estado.
A la hora de cuidar nuestra flora seguro que hemos oído hablar acerca de los probióticos y prebióticos, pero ¿sabemos qué son cada uno de estos elementos?
Tanto los probióticos como los prebióticos están presentes en nuestros alimentos, pero es importante saber dónde encontrar cada uno de ellos y saber cuáles son sus funciones para nuestra flora.
Probióticos y prebióticos
A grandes rasgos, los prebióticos son alimentos con alto contenido en fibra que sirven de nutrientes para nuestra microbiota (nuestro conjunto de microorganismos vivos). En cambio, los probióticos ya contienen estos microorganismos vivos que nos ayudan a mejorar nuestras bacterias buenas.
Por tanto, según esta definición es importante incluir ambos, prebióticos y probióticos, en nuestro día a día. Porque pese a que trabajen juntos para que nuestro intestino funcione correctamente, realizan labores distintas para conseguir ese mismo objetivo.
¿Cómo consumirlos?
Se recomienda alrededor de 5 gramos de fibra prebiótica por día para ayudar a aumentar las bacterias beneficiosas en el intestino. Esta fibra soluble la puedes encontrar en alimentos como espárragos, plátanos, cebollas o avena.
Pero ¿dónde puedo encontrar los probióticos?
Puedes consumirlos a través de la alimentación, pero lo más sencillo es incluirlo en tu día a día a través de la suplementación. De este modo te aseguras una mejor absorción y de consumir la cantidad necesaria, así como las cepas de probióticos adecuadas. . Lo recomendado es tomar un probiótico con 20 mil millones [de organismos viables] al día, 10 mil millones de lactobacilos y bifidobacterias.
