suplementos de Vitamina C

Apoya el sistema inmunitario, actúa como antioxidante, ayuda en la síntesis de colágeno, favorece la absorción del hierro no hemo y protege frente al estrés oxidativo.

Al ser hidrosoluble, es preferible tomarla junto con agua. Tomarla junto a una comida no grasa no afecta negativamente su absorción. Si se usa en dosis altas, puede dividirse en tomas pequeñas a lo largo del día.

Las recomendaciones varían según edad y condiciones. Dosis comunes usadas en suplementos son entre 200 y 1.000 mg al día, aunque dosis menores ya cubren necesidades diarias. Dosis muy altas pueden producir molestias gastrointestinales. (Formas prolongadas o de liberación sostenida tienen eficacia variable).

En general es bien tolerada, pero dosis elevadas pueden provocar diarrea, náuseas, cólicos abdominales o molestias gastrointestinales. En dosis muy altas y uso prolongado, podría aumentar el riesgo de cálculos renales en personas susceptibles.

Sí. Puede interferir con algunos fármacos o condiciones:

• En personas con predisposición a cálculos renales, especialmente por oxalato.

• En quienes tienen hemocromatosis (exceso de hierro), ya que la vitamina C puede aumentar absorción de hierro.

• Con algunos tratamientos oncológicos o antioxidantes durante radioterapia/quimioterapia (usar solo bajo supervisión).

• Podría alterar pruebas de laboratorio o interferir con ciertos fármacos (consulta médica necesaria).

En dosis moderadas sí suele considerarse seguro, pero siempre bajo supervisión médica, ya que no hay suficientes estudios en altas dosis o condiciones especiales.

La versión liposomal está envuelta en estructuras que podrían mejorar su absorción en algunos casos, pero la evidencia no es definitiva. La versión estándar (ácido ascórbico u ascorbatos) sigue siendo eficaz.

Sí, en dosis adecuadas que no excedan los límites tolerables. Pero es prudente revisar la necesidad periódicamente, especialmente si ya obtienes buena parte de la vitamina C con dieta.